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Sostenibilidad, vivir sin comprometer el futuro

sostenibilidad

Hoy en día ya nos hemos acostumbrado a la palabra sostenibilidad. La solemos relacionar con el medioambiente y el desarrollo económico. Y es que cada vez es más necesaria y más urgentemente.

Cada vez lo escuchamos más pero, ¿qué es la sostenibilidad? ¿de qué trata realmente y como podemos asegurarla?

¿Qué es la sostenibilidad?

Según este artículo de Intermon Oxfam si buscamos la definición de sostenibilidad, “La sostenibilidad se refiere a la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social.”

La sostenibilidad está muy ligada al medioambiente y desde hace años se intenta apostar por un desarrollo sostenible, en el que se tenga en cuenta tanto al crecimiento económico como el respeto por la naturaleza y sus recursos.

¿Cómo saber si un producto es sostenible?

Para considerar un producto como sostenible debemos hacernos varias preguntas como por ejemplo los materiales con los que está hecho, el empaquetado del producto, cuánto tiempo nos durará, cuánto lo vamos a usar, si la producción ha sido respetuosa con los trabajadores y el medioambiente, etc.

Materiales sostenibles y/o biodegradables como el lino, el bambú o el algodón orgánico. Productos elaborados a partir de materiales reciclados como botellas de plástico, son ejemplos de materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

La elaboración del producto también debe ser sostenible y ética. No nos sirve que un producto se haga con materias primas sostenibles si las condiciones de los trabajadores que la elaboran no son buenas.

El proceso de fabricación también debe ser respetuoso con el medioambiente. Debemos apostar por procesos que reduzcan el uso de agua y los residuos generados. Para que un producto sea sostenible la huella ecológica debe ser mínima.

Cada vez hay más indicadores oficiales que nos indican que un producto tiene un impacto más reducido sobre el medio ambiente, así nos lo explica este artículo de la Fundación Vivo Sano. Indicadores como la etiqueta energética de electrodomésticos, calderas y vehículos, la etiqueta de agricultura ecológica, la de indicación geográfica protegida, la de gestión forestal sostenible (FSC, PEFC), la de gestión ambiental (por ejemplo, la ISO:14000), la de instituciones acreditadas (como el MSC para la pesca sostenible) y un largo etcétera.

Camino hacia la sostenibilidad

Siendo positivos, la conciencia ecológica ha incrementado entre la población en general. Además, movimientos activistas por el cambio climático como Extinction Rebellion, o activistas como Greta Thunberg, han puesto la voz de alarma a nivel global y político.

Gracias a este movimiento, algunos gobiernos ya han empezado a tomar medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono y la producción de plástico. Por lo que ya podemos ver cambios en la legislación de algunos países y ciudades. Como la restricción de coches en el centro de las ciudades y el veto a los plásticos de un solo uso entre otras cosas.

Fuentes de energía sostenible

Energías renovables como la eólica o la solar, son alternativas que tienen un impacto ecológico menor frente a aquellas que requieren materia prima perecedera. Las energías renovables son aquellas que utilizan recursos naturales capaces de renovarse ilimitadamente. El sol, el viento, el mar o la biomasa vegetal o animal son ejemplos de fuentes de energía sostenible.

Otro punto a favor de las energías renovables es que no sólo utilizan recursos ilimitados, sino que además no generan contaminantes.

A gran escala, desde un punto de vista de comunidad o país, las energías renovables son la alternativa necesaria para ir de la mano hacia la sostenibilidad medioambiental y hacia la independencia energética.

Reciclaje y economía circular

El reciclaje es una necesidad de la sociedad para poder gestionar los residuos que generamos. Y aunque suene moderno, hay estudios que indican que ya en la antigua Grecia se reciclaba y se gestionaban los desechos de forma especial.

Hoy en día, el reciclaje, junto a las otras dos erres (Reusar y Reducir), se ha convertido en algo imprescindible para nuestra supervivencia en este planeta.

El reciclaje tomó más importancia en 1970, cuando se celebró el primer Día Mundial de la Tierra. Desde entonces, el efecto negativo que causan los residuos en el planeta ha sido un tema popular en cumbres y encuentros internacionales, ya que se necesitan soluciones rápido.

Lo ideal sería crear una economía “Zero Waste” donde no se generan residuos. Aunque es una idea que todavía está muy lejos de la realidad, ya hay emprendedores que han buscado otras soluciones para ayudar a resolver este problema que es de todos:

The Ocean Cleanup, una organización sin ánimo de lucro ha creado varias soluciones para limpiar los océanos.

Waterhaull o 4Ocean son empresas que fabrican sus productos a partir de plástico reciclado.

Otras empresas como Avani han creado bolsas y otros contenedores da partir de yuca que son 100% comestibles por animales. Por lo que si no se gestionasen correctamente tampoco serían una amenaza para nuestro medio ambiente.

La importancia de la educación

La educación es un pilar básico del desarrollo sostenible. Se debe educar al conjunto de la sociedad y enseñar una conciencia medioambiental común para poder avanzar hacia la sostenibilidad ambiental.

Actualmente ya se educa en las escuelas sobre el cambio climático y como combatirlo. Cada vez estamos más informados y somos más conscientes del poder de consumo que tenemos y como ejercer un consumo responsable.

Aún así, la información sobre los niveles de contaminación y la cantidad de plásticos y otros residuos que generamos no está a la orden del día. La sociedad estaría mucho más alarmada y concienciada si en los medios de comunicación también se tratasen estos temas regularmente y con la importancia que merecen.

Empresas y sostenibilidad

El número de empresas comprometidas con la sostenibilidad y su desarrollo ha crecido exponencialmente en los últimos años. Además, como he mencionado antes, se han creado nuevas empresas dedicadas directamente al reciclaje y a la investigación de nuevos procesos y materiales amistosos con el medioambiente, como el bioplástico o material comportable.

Presente sostenible, futuro posible

Podemos ver con positividad todos estos cambios e iniciativas que se están llevando a cabo, y a la vez debemos ser conscientes de la gravedad del asunto y ser capaces de comprometernos al 100%.

Actuar está en nuestras manos, ¿permitiremos que las generaciones venideras sufran las consecuencias?